domingo, 22 de diciembre de 2013

PANCHO, PERSONALIZA, SE TRATA DE LUCIFER





Por Andrés Pascual

Carlos Vecchio es uno de los líderes de la oposición en Venezuela que, a fuerza de tanta propaganda repetida desde finales de los 30´s para encubrir lo verdaderamente malo para la Humanidad, señala peor: el hombre nombró fascistas a “quienes persigan a otros por pensar diferente”, señor, con todo el respeto que merece, hay que terminar con el nombre equivocado, el que hace lo que usted dice y cosas peores es comunista, como Castro en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela por intermedio de Nico-P (de podrido) y del borracho y pederasta Ortega, todos elementos del soro-obamismo globalista.

Por Cuba anda una “hispana de origen”, Hilda Solís, que ocupó "la importante silla" de la Secretaría de Trabajo del primer término de Obama, la consideran “política” y fue la número 25 en un cargo que malamente desempeñó, sabido por el incontrolable incremento del desempleo en el período 2009-2013.

El viaje, informaron, tiene algo que ver con lo del matrimonio gay, pero, como que todo es con trasfondo cuando del Obama se trata, esa es la fachada, que incluye a Mariela, contraparte castrista. En realidad esta “política” fue enviada a tratar el caso de los 5 terroristas que viven mejor que Carmelina del dinero que, entre millones que “cotizan”, pongo pa’l vacilón.

Pancho, Pontífice emergente, declaró sobre la situación en Venezuela que “está siguiéndola rigurosamente”, después lamentó la situación y llamó a “no desencadenar una espiral incontrolable de violencia”.

Bien, a nadie le gusta la violencia, sin embargo, creo que tanto el Papa como muchos de los llamados líderes mundiales, deberían de ser un poco más objetivos y fieles con los resultados de los acontecimientos. Señor, ¿Por qué no acusa directamente al oficialismo como asesinos, como únicos causantes y practicantes de la violencia en el país?.

Tanto el Papa como la última monja saben que los representantes de la tiranía castrista, con su “logística” y su falta de escrúpulos, se robaron la elección, ¿Cuál es el miedo a llamar por sus nombres a esos criminales de la propia Venezuela y de La Habana?

En un año, en dos… “el representante de Dios” irá a Cuba a ver al muerto y al hermano, si viven aún, si no a la descendencia, entonces, como los dos “Santos Padres” anteriores, volverá a señalarles la puerta a ningún lado y le recordará al jefe de sus pastores en la Isla que “la función de la Iglesia es pastoral”, que involucrarse en cuestiones de política sería “entregarle el alma al Diablo” y en eso tendrá razón a medias, porque, vendérsele a Satanás, solo si le pone a la oposición una nueva mejilla, porque las dos primeras, de tanto pacifismo arreglado, las perdieron.

Ahora que hablo de Cuba, de la Iglesia, del pacifismo y de la tiranía, es sospechoso que nunca se informe de un sabotaje ni por los periodistas independientes ni por nadie encargado de “alertar” desde allá y estoy completamente convencido de que se están produciendo: una pieza de una fábrica, de un motor de camión… aunque la tiranía le quitó la esencia política a algunas causas para proteger y alimentar su gran creación, la disidencia opositora, no por eso deberían estar huérfanos quienes son acusados y sancionados por “daños a la economía", antiguo sabotaje, “desestabilización del orden, antigua conspiración organizada con intención de cometer un atentado”, u otras de valor político, como la antigua propaganda enemiga por distribuir denuncias o llamamientos en lugares públicos, con gran alcance de conocimiento popular y la cuota de desmoralización que arrastra para la dictadura.

Este cambio de radicación de lo político a lo común tiene como objetivo decepcionar al patriota guerrero que, si se suma a las condescendientes medidas represivas de nueva factura como las detenciones de poco tiempo, incluso por la posibilidad de ser remunerados desde el exterior de mil formas, es el mejor arma creado por la tiranía con apoyo foráneo para dejar solo en palabras ineficaces la oposición que pueden y les conviene manipular.

Estados Unidos, con Obama a la cabeza y la Iglesia doméstica y el Vaticano, ven con especial satisfacción esta forma rara de lucha, porque no se incita ni se practica la violencia, sino a que un sicario le dé un par de patadas a una mujer, lo que, por lo visto, no es suficiente para considerarlo un crimen ni por los demócratas americanos ni por los dueños de la Iglesia en Roma.

Sin embargo, en Venezuela las cosas pudieran írsele de las manos a los implicados ¿Cómo reaccionaría la ex Casa Blanca ante una generalización de los enfrentamientos callejeros y la posibilidad de que estos criminales respondan con un baño de sangre? ¿Qué tiene preparado el fundamentalista radical con rango de presidente de EUA? ¿Entrarían al país para ayudar a establecer el verdadero orden, que sería restablecer el Estado de Derecho usurpado o para reponer a Maduro, si lo tumba la marea patriótica o si peligrara su puesto, robado al pueblo que lo enfrenta en la calle?

Esta disyuntiva podría tener una respuesta muy peligrosa para la esperanza de los pueblos sojuzgados del continente si los americanos actúan como en Benghazi.

Pancho, a no dudarlo, quieras o no, personalices o no al Diablo en su madriguera, tal vez tengas que definirte. Por lo que se aprecia, los acontecimientos pudieran empujarte al vacío que, todo el mundo sabe, no deseas.

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