Por Andrés Pascual
Siempre
que veo algo útil para la “comunidá”, lo informo por lo menos
dos veces en artículos; por supuesto, mucho menos que el anuncio del
patico del seguro para la ciudadanía, pero algo es algo ¿Recuerdas
lo que te dije sobre la Sección de Intereses de la Tiranía, los
créditos y el cierre del trámite de renovación de pasaportes? Si
fuiste capaz de comprender que lo que este servidor te sugirió, por
tú bien y “el de los demás”, fue que esa gente encontró su
justificación (tienen una opción mejor posiblemente) para liquidar
el relajo en que Obama convirtió los viajes, pues eres una persona
preocupada; porque, “tú sabes que yo sé”, que ninguno vendría
como “hombre nuevo” si no tiene la alternativa de virar como
“Ajuste Cubano” cuando se residencialice; a fin de cuentas, no
son perseguidos políticos ni les interesa el asilo por conveniencias
conocidas. Si deciden rehabilitar el trámite, ni Emilio Estefan
podrá pagarlo.
Hay
algo que no te dije y te lo sueno hoy: las visas “Obama” de 5
años le son más productivas a la tiranía, porque, además de
mantener todo lo otro en cuanto a beneficios para la nomenklatura, el
número de turistas al revés por “humanidad” superaría los
logros del “viajante” desde aquí, una vez que alivia el sector
laboral feudalista o ¿Acaso es mentira que les buscas un empleo nada
más que llegan? ¡Mira qué forma más fácil de liquidar el Ajuste
o de regular los viajes solo a humanitarios con certificados médicos!
¡Y nosotros rompiéndonos la cabeza y los congresistas diciendo que
no se podía porque...!
Lee
detenidamente el link debajo, como en la recordada película de
indios y vaqueros, es el “Clamor de Tambores”:
George
Clooney abandonó “muy bravo” una cena de negocios, porque un
socio dijo dos o tres cosas contra Obama; el actor es “cúmbila”
del Califa; galán a la cañona cuya cara no da héroe ni villano ni
comediante. Entonces salió pa'l Twitter y dejó que “eso era
inaceptable”. Lo que se acepta es que denigren peor a la Palin, a
Bush o a cualquier conservador, incluso Clooney lo acostumbra y lo
estimula. El individuo objeto de “la agresión” se defendió
diciendo que fue “el resultado de tragos de más”; es decir,
“cosa de borracho”. A ver ¿Puede considerarse a George Clooney
un hombre indecente?
¡Oh
Monsieur, l'décence de l'éducation!
A “El Hombre Mediocre” debió seguirlo el título “El Hombre
Decente”, en el que analizaran las normas de comportamiento
“civilizadas” ¿Posible? Ni de coña... peor ¿Quién está
autorizado moralmente?
Lo
decente es una mentira más grande que el Empire State, UNA
COMPONENDA CIRCUNSTANCIAL, hija de la cobardía, del quedar bien
con... a la mayoría le caen gordas las malas palabras en los textos
serios y en los artículos que se suben a los blogs, es comprensible,
para algo existe la educación, recuerdo en primaria la MORAL Y
CÍVICA, también la caligrafía PALMER y resulté el de la letra más
fea e irregular jamás escrita.
Creo
que fue Nebrijas o Menéndez Pidal quien dijo: “no existen las
buenas ni las malas palabras, sino las que, empleadas en un contexto
dado, reafirman una idea a gusto”, entonces, cada vez que quiero
justificar las que utilizó en los blogs (prensa no), me asisten los
linguistas inmortales que cité, o me tapo con “está en el
Quijote, por lo tanto...”
Definitivamente,
para el caso del medio cubano post 1959, lo que choca no es la
palabra mal dicha ni el error ortográfico, sino la pronunciación,
de barrio bajo que afecta al 80 % de la población actual ambos
sexos, más que esos nombres raros con “y” convertidos en el
hazmerreír mundial.
El
empujón a una anciana en una cola, arrastrarla hacia atrás al
montar una guagua, incluso a una embarazada, no ceder un asiento a
un-a discapacitada, a una mujer joven o vieja, desconocer “buenos
días”, “¿qué tal?”, “¿cómo estás...?” retratan a la
sociedad castrista, pero nadie llama indecente la obra de esos hunos
y la forma cómo se acomodó la población, parece que es más fácil,
más atractiva y más “revolucionaria” la selva...
“Compañero” hizo olvidar “caballero”, otra palabra argot castrista es “dirigente”, aunque el receptor no lo sea. En lo folk-delincuente “asere”, “consorte”, “monina”, “ambia...” pero, repito, nadie clasifica a la castrista como a una horda indecente, chusma y vulgar, sino como pueblo bloqueado, gran amigo de los pobres, muy tratables y buenos médicos, excelentes deportistas cubanos... ¿Santería? ¿Ñañiguismo? Ni de juego.
Yo soy decente, pero escribo ofensivamente con expresiones chusmas, solariegas a veces; porque el enemigo y sus socios de decentes no tienen ni la “d” y no estoy acostumbrado a tirar besos contra un hook de izquierda. Además, no tengo sangre diplomática y me ha tocado una porción, pequeña, pero al fin y al cabo, del sufrimiento de todo un pueblo.
En
el feudo hay una campaña contra “la vulgaridad y el mal gusto”
al hablar; desde el punto de vista linguístico, debe ser contra la
entonación, que es una epidemia cuyas banderas son “asere”,
“¿qué volón? Dichas como con una papa en la boca.
Por
aquí están orgullosos de haber nacido en la tierra de “asere qué
bolá” y hasta un anuncio de “acuerda con like” en FB tienen,
definitivamente no entienden el daño que se le hizo a Cuba al
implantar esa “norma”, porque la implantó la tiranía.
En
Cuba la mierda consumió la clase, porque, como que todo el mundo era
fidelista y en cualquier pared de portal pendía ESTA ES TU CASA
FIDEL...
Marisela
Verena no entiende cosas y el hombre nuevo no reconoce que debe
tratar de educarse, como que no le importa y siente orgullo de “haber
nacido en esa Cuba”, se aparta, crea sus grupos y rechaza al cubano
a lo cubano y... sigue la pachanga.
Por ejemplo ¿Es de gente decente hablar, criticar como castro-comunista desde aquí en las redes sociales o por radio?
¿Es
de gente decente salir de Cuba para comerse una lata de salchichas
que no exigen en Cuba y criticar a los “viejos del Versalles” o a
los otros?
Y
¿Llamar gobierno a la tiranía dictatorial de los Castro en la
prensa?
¿Qué
de llevar a un ex-preso chivato, que reclutaron en la prisión para
que perforara la moral del presidio, a un programa de televisión a
exponer con normalidad de gente decente?
Yo
soy decente cuando lo amerita la ocasión, conozco las palabras que
eviten lo chusma; pero jamás voy a llamar como a una persona normal,
decente, ni al hombre nuevo que defiende a la tiranía, ni a la
iglesia, ni a la izquierda comunista americana, ni a sus líderes, ni
a los grupos que la apoyan, entre los que cuenta el circuito
mediático en pleno, que defiende por interteses oportunistas a la
dictadura, o, por lo menos, que la tratan con normalidad desganada.
Esos
que actúan así son unas HIJOS DE PUTA y nunca cambiaré esa belleza
con que identifico a los traidores, a los apáticos o a los
conspiradores ni aunque me maten.
Ni
aunque, por cobardía, hipocresía u otro sentimiento afín, me
consideren chusma sin reconocimiento.
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