sábado, 31 de enero de 2015

LA MEMORIA Y LA MIERDA

Por Andrés Pascual

Lo peor del pueblo de la ex isla de Cuba es lo rápido que olvida (herencia impuesta por el tirano, que ahora dice que ni creyó ni nunca se comunicó con los “yanquis”), en mejor español, lo fácil y continuado que ha jugado al “comemierda” una población hecha “a la medida”; lea lo que publicó el vocero de Washington y La Habana sito en El Doral:


Los americanos le han propuesto la “ayuda” al régimen criminal castro-obama-comunista en internet, han hablado 20 basuras sobre el tema y “el pueblo de a pie” creyó que “fue con ellos, para ellos...”, entonces allá va la noticia del libelo del Doral (periodistas militantes, mercenarios asalariados de “ambas orillas” o lo que usted desee agregar, siempre a partir de antiamericanos procastro-obamistas en los dos idiomas), a “informar con objetividad” el anhelo frustrado durante 56 años de gente que, porque no entienden qué significa radical, tampoco acaban de entender que, ni internet ni nada que los regrese del medioevo a tiempos más cercanos al “renacimiento”, podrá ser “con ellos ni para ellos”, NO mientras la lacra y su esencia estén en el poder.

¿Es muy difícil revisar la historia del castrismo en Cuba, de sus “logros”, de sus promesas, de lo que hicieron para confundir y aplacar primero y retirar, después que conquistaron la posición que buscaban, por lo general, con aprobación popular voluntaria?

Por ejemplo, en Miami existen un par de tiendas que venden carne rusa a precio de filete japonés especial; según dicen, “igual que la que teníamos en Cuba” y yo puedo decir, con total responsabilidad, “que no teníamos ni eso, sino cuando a la tiranía se le ocurría venderla por la libreta”; es decir, cada un par de años y no más de 4 veces en los 30 que estuve allí; fue durante los 60's y olía y sabía a rayo, después de 1964 no volví a ver una sola lata de esa bazofia, aunque, según me dijeron, en los llamados “campismos” la vendían.

Aquí hay nostalgia hasta por los carretones rusos llamados Ladas o Moskovitchs, incluso existen un par de talleres para piezas de repuestos...después hay quienes no saben cómo luchar contra la dictadura y ni la casa ordenan, por favor...

La realidad soviética en Cuba se apreció cuando “los tovarichs” le fueron arriba a las tiendas robadas, que la horda bautizó como “tiendas del pueblo”, y compraron todo lo que quedaba de la era capitalista, mercancía que ningún cubano adquirió por fea, como zapatos, camisas, bloomers o blusas que metían miedo.

Sin embargo, como sucedió con la carne rusa y en menor escala con la china, a todo el mundo se le olvidó y comenzaron a aparecer los cuentos de brujas, trasvestidos a la fuerza en cuentos de “hadas buenas y príncipes y princesas”: “en aquella época había de todo...” Definitivamente, no hay algo peor que un pueblo desmemoriado por obligación o por oportunismo y el resultado es visible: 56 años de tiranía dictatorial.

La frase más profunda dicha sobre la memoria y el pasado no pertenece a alguno de los sabios a que nos acostumbramos a repetir, sino a Adolfo Hitler. El individuo, con sencillez y veracidad brutales, dijo: “Quizás la mejor lección de la historia es que nadie ha aprendido ninguna lección de la historia”. O sea, todo el mundo habla, pero muy pocos aplican.

¿Es muy difícil regresar a los días del Mariel, cuando el tirano abrió los “mercados libres campesinos” para aplacar (especie de premio por tan bochornosa victoria en una batalla tan pírrica como trágica), el desánimo generalizado del pueblo uniformado por una situación que siempre se repite y acepta?

Después los cerró, utilizando el ardid de su “honestidad militante” y su “preocupacion paternal por la estabilidad social y por la moral revolucionaria”.

Para que lo entendiera el pueblo más bruto en la obligatoria elección entre lo que no tiene importancia o lo que de verdad necesita conocer, que ha ratificado junto al populacho americano 2008-presente, el vicio político de menos conservador de América, entonces creó causas jurídicas por enriquecimiento, que no pudieron clasificar como ilícito, porque ellos los autorizaron; pero encubrieron el tipo ilegal en “lucha contra los intermediarios”; después, cuando llegó la hora de reciclar el fraude otra vez, los llamó”maceteros y a la causa “Pitirre en el alambre”, siempre ha sido así y, hasta hoy, nadie escarmienta, por eso desbancó a los “tenderos tipo bazar” con ropa de ¡ÑÓ, QUÉ BARATO! Y a los llamados cines “del hogar” tipo 3D.

Nunca harán nada sostenido, nada que posibilite que algunos cubanos “de a pie” acumulen un par de pesos, menos “la dirigencia” incorporada” al negocio particular, que, todavía, nadie ha oído que alguno haya sido afectado por “raids” de inspectores, tan interesados en permitir que los sobornen como en delatar a través del informe al cuentapropista previamente señalado por el Partido y el MININT.

Hace varios días le envié a la analista conservadora Mona Charen (foto hablando en una conferencia universitaria) muchos de los detalles a que acostumbro contra el castro-obamismo, le sugerí que hiciera algo por Cuba y en contra del “consorcio”, también le envié materiales traducidos que he escrito sobre el efecto Obama con fecha 2008.

Debo confesar que me han decepcionado muchos analistas conservadores, porque no han visto el caso cubano en la dimensión que deben con respecto a la seguridad de EUA; sin embargo, Mona escribió un material aceptable, aunque no como yo quisiera, sobre las relaciones Castro-Obama; a fin de cuentas, aunque incompleto, valió la pena el esfuerzo, porque ha sido un gesto contributivo respecto al desvergonzado maridaje castrismo-intereses mercantilistas de nueva y muy peligrosa edición bipartidista americana. A continuación, lo que debe considerarse el Evangelio según la Sharen en la canallada que es la apertura de relaciones del birracial con la tiranía:



Como algo significativo, además de aventajar 100 á 0 a los comunistas de Obama, este “trato camaraderil” tuvo la importancia de ofrecerle gratis a la tiranía el rango de “oficial e importante”, que sería decir, además de todo lo que le concedieron, que el comunista en la ex Casa Blanca “hizo gente” (o intenta), a la morralla, a la lacra jamás vista en América; definitivamente, el marido de Moche elevó el nivel de sus iguales porque, desde cualquier punto de vista, el tipo y su ganga son mierda pura también.

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