lunes, 23 de febrero de 2015

HOLLYWOOD Y LA ADMINISTRACIÓN CONTRA EL CONSERVADOR "HARRY EL SUCIO"


Por Andrés Pascual

“AMERICAN SNIPER”, o EL FRANCOTIRADOR, está considerada calladamente un film blasfemo, palabra que utilizan los musulmanes para calificar al que los ofenda o niegue, entre quienes jamás he podido digerir que exista uno solo bueno; los que todavía no han cometido actos cobardes terroristas, debe ser porque pertenecen al “ejército dormido”:

Quien vio fotos de los asesinos que ejecutaron el 9-11, nunca pudo pensar que esos rostros de moros amables, simplones, casi tan buenos como el de Jesús ante Lázaro, hubieran sido capaces de cometer semejante barbaridad.

El cerdo Moore protestó públicamente; quizás la personalidad de....alebresto su instinto de puerca en celo. Este tipejo nunca podrá hacer en el cine lo que Clint Eatswood, tal vez la última leyenda (foto), entonces lo envidia y “blasfema”, además, es muy cobarde para entender qué significan patriotismo y valor personal...y muy feo.

En Bagdad la retiraron del único cine que la presentaba y uno de los viejos apestosos asesinos de Irán, uno de esos Ayatollahs, la denunció porque “incita contra los musulmanes...”, hay que ver que estos criminales despiadados iranís (recuerde el cadáver de la opositora Neda, la bella cara de la joven en un charco de sangre que brotaba de su cabeza en la manifestación en que recibió el tiro cobarde a traición).

El movimiento “antipatriótico” ha sido contra la película parcialmente, no lo dudo, pero, se debe entender que, posiblemente, quien “decretó” la protesta desde la Oficina Oval vía Dpto de Justicia, medios y pachanga 5ta columnista por debajo de la mesa, tiene que haber sido el propio birracial musulmán, que fue fotografiado haciendo el saludo islámico con un dedo, el mismo que utilizan para limpiarse el culo.

El movimiento que pretende que se encasille a un héroe americano de cobarde y traidor, en realidad enfila contra el hombre del discurso de la silla vacía EN LA CONVENCIÓN REPUBLICANA DEL 2012, CLINT EATSWOOD, posiblemente el mejor director de cine vivo hoy por hoy y uno de los 3 mejores actores de películas de acción de la historia, que, cuando protagonizó un personaje dramático en LOS PUENTES DE MADISON, logró tal sorprendente quimíca con Meryl Strep, que todo el mundo creía que jamás podría repetirse como representación de la pareja cinematográfica perfecta, después que la mega-actriz rodara, hace más de 30 años, LA FUERZA DEL CARIÑO con Robert De Niro.


La cacería fue contra Harry (foto debajo), porque es conservador, anticomunista y antiobamista, que es lo mismo; quien, por su valor patriótico, reflejado en la película biográfica que protagonizó Brian Cooper en el momento neurálgico de la guerra contra el Islam, dirigido por Obama por su apoyo amoral incondicional al terrorismo musulmán, que ha llegado al extremo de intentar escribir otra historia americana al considerar a esta religión como parte de la semilla en la fundación de EUA; que trata de imponerlo como decreto en todos los niveles; además, por sobrados valores técnico-artísticos, la película, el director y los actores merecían los premios de la corrupta Academia que, lo de académico, hace rato que me pregunto la razón del nombre:


Ayer AMERICAN SNIPER no tuvo acceso a ningún premio de importancia, pero, entre pesadeces sostenidas, un homosexual que casó con su marido hace poco (foto Neil Patrick Harris, hijo de Gloria Vanderbilt) desarrolló un streptease de pésimo gusto para el público decente, si acaso asistió alguien considerable así; una actriz de relativo valor artístico, habituada a quitarse la ropa en muchas de sus películas, recibió la estatuilla por mejor actriz de reparto y fue aplaudida a rabiar por un discursito feminista, a tono con los tiempos, preparado por la “Academia” y quién sabe quiénes más; el comunista Sean Penn fue criticado porque hizo un chiste sobre la tarjeta verde que los mexicanos consideraron ofensivo (debe haber olido algo extraño para que le nublara la mente y dejara fuera del grupo a sus camaradas del lado de allá del Río Grande) y así transcurrió la noche decadente en que se ha convertido este concurso. Hasta un escultor “creó” una obra, que es la estatuilla oliendo cocaína, durante la fiesta posterior a la entrega del premio.


Los negros no han expresado su alegría, porque la minoría considerada LA RAZA quedara tan bien representada por GONZÁLEZ IÑARRUTI, no, ellos son camaradas del blanco comunista que los apoye; México y sus alrededores no está invitados a la mesa de esta gente, lo que pasa que la desverguenza es tal que se cuelan.

La protesta de los “afro”, porque no tuviern la participación que exigen, es decir, 90 % del premio en sus manos, fue la respuesta, la forma como celebraron el éxito mexicano...



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