Por Andrés Pascual
Los
DOMINGOS los escritores no producen, como yo no lo
soy, escribo a cualquier hora de cualquier día...lo que desee.
Hamas,
la humana y protectora organización árabe que puso en el poder “su
pueblo”, que fue apoyada y aplaudida por mundo y medio, sobre todo
por la Casa Blanca, que la calificó “no terrorista”, se opuso a
un cese al fuego extendido a 24 horas, liquidando la brevísima
tregua que habían acordado, al disparar decenas de cohetes sobre el
aeropuerto Ben Gurión...
Ayer se cumplieron 61 años de la masacre cometida por pandilleros de Fidel Castro en el Hospital Saturnino Lora de Santiago de Cuba, el grupo pasó a la clandestinidad como 26/7 por la fecha del crimen: entraron sin declaración de guerra previa y asesinaron a mansalva a muchos de los guardias que estaban ingresados en un par de pabellones; la “heroica gesta” incluyó otros ataques sorpresivos, con la complicidad de la madrugada en una ciudad que celebraba carnavales, a los cuarteles MONCADA, de Santiago y CÉSPEDES, de Bayamo, pero en estos recibieron, luego de reaccionar los militares a la sorpresiva y cobarde acción, el merecido por actúar así.
Bohemia
circuló fotos del atacante José Luis Tasende herido en una
habitación, después resultó muerto; también “la revista que
tumbó a Batista” manejó a favor de Castro, para encender
pasiones, la historia de “los ojos de Abel”, que se los enseñaron
a su hermana Haydeé Santamaría, la querida de Boris Luis Santa
Coloma, otro comemierda, contador del pulpo eléctrico Calixto
Kilowatts, “sacrificado” por un chacal que ni oyó los disparos
de lo lejos que estuvo...
Déjeme
decirle algo, si aquellos hijos de putas, tan malos como el dictador
Batista entonces por lo que prometían y lo peor del mundo contra su
pueblo desde hace más de medio siglo, me hubieran asesinado un
pariente en cualquiera de los tres lugares, hubiera querido que le
sacaran los ojos a cada uno y que, individualmente, le echaran
Dobermans, como hacía Stalin, para que empezaran a comérselos por
los testículos.
Aquella
acción no tuvo como objetivo “liberar a Cuba”, incluso primero
pensaron en el Reg 7 de Pinar del Río, pero lo desecharon por la
proximidad de los refuerzos desde La Habana, sino hacer bulla y
acumular muertos, necesidad que tienen los comunistas de supuestos
mártires para la propaganda que circularán después, ellos y el
mundo que los apoyó y apoya siempre.
LA SEGUNDA INTENCIÓN fue presentar en sociedad gangsteril a Castro y a su
pequeño grupo cercano quienes (ninguno murió en acción), por el
dinero y por las relaciones familiares con Batista, SIEMPRE SUPO QUE
NO LE PASARÍA NADA, POR ESO SARRÍA NO LO MATÓ CUANDO LO DETUVO, A
BUEN RECAUDO DE LAS BALACERAS EN LOS LUGARES ASALTADOS; POR ESO
TAMBIÉN DEBE SER MENTIRA QUE INTENTARAN ENVENENARLO EN ISLA DE
PINOS.
Lo
más parecido en la historia continental a la llamada crisis de la
frontera fue el éxodo del Mariel (foto): los peores presidentes del
país, ambos demócratas, con lobbystas internos para que no sean
devueltos, en 1980, los cubanos que no querían entender que Castro
solo entrega veneno; estos de ahora no solo tienen un lobby para
dejarlos aquí, sino que el presidente antiamericano, posiblemente,
haya sido quien planificó, estimulo y ayudó financieramente, con
algunos congresistas “hispanos”, el acto delictivo.
¿Cómo
subieron los pandilleros a esos transportes? ¿Quién los convocó? ¿Cómo o quiénes, desde aquí, pagaron sus pasajes?
Esta es la otra parte similar al atentado castrista, que mandó hacia
acá un grupo mucho más que generoso de presos peligrosos, de
enfermos mentales y de leprosos.
La
diferencia es que, mientras a los niños y delincuentes
centroamericanos les están tramitando residencia o parole, los que
llegaron por el Mariel, mayoría decente, emprendedora y sacrificada,
estuvieron en un limbo migratorio; es decir sin estado legal más de
15 años.
Y
estoy completamente convencido de que, durante los éxodos del Mariel
y el de 1994, hubo posiblemente 100 muertos por cada uno de los que
han perdido la vida en este de la frontera méxico-americana.
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