Por Andrés Pascual
¿Cuáles
son las consecuencias para un país no populoso que intente mantener
en niveles de competitividad dos deportes grandes? A no dudarlo,
pagar un precio, sobre todo, si el objetivo es el sacrificio de la
participación y de la clase profesional de uno de los dos... por
ahora, el ejemplo es la Cuba castrista (Venezuela está en camino),
donde, por razones político-ideológicas, la tiranía decidió
acosar, contaminar, corromper y liquidar al beisbol, que se puso
“fatal”, porque los éxitos de los cubanos, tradicionalmente, han
sido “del lado de allá del charco”, en los estadios del Beisbol
Organizado y la mejor solución para terminar con lo peligroso e
indeseado, que incluso afectaría la estructura político-ideológica
que sostiene al régimen, ha sido armar la maquinaria traidora y
desleal que desmonte, como deporte nacional, al juego QUE INVENTARON
LOS AMERICANOS, ni los indios de ningún lado “ni la cabeza de un
guanajo”: “LOS AMERICANOS”
Recuerde
esto que he dicho decenas de veces: “la tiranía no tenía interés
ni voluntad de mantener en igual nivel de aceptación popular, por lo
tanto en niveles de competitividad histórica, una de las vías más
soberbias de acercamiento, de amistad entre el pueblo cubano y el
estadounidense, mientras encubrían y establecían patrones de odio
contra ese pueblo (realmente han odiado a los dos), marcados por la
más visible, viciosa, despreciable y enfermiza actitud nunca antes
conocida en Cuba. A continuación, un link de los muchos que
comienzan a hablar claro:
Por
el robo de la propiedad privada en todos los niveles; es decir, bajo
condiciones de real desajuste de la economía nacional; a tono con el
peor sistema impuesto-aceptado de fuerza y errores que jamás se haya
conocido, tampoco podía sobrevivir el beisbol en Cuba, que fue un
negocio exitoso y representativo, llevado a cabo por una parte
generosa e importante de la sociedad, de tal forma grandes en el
área, que influyeron en otros países de la regíon no solo en el
beisbol, hombres laboriosos, inteligentes, dedicados, de buena
voluntad y emprendedores, que, de acuerdo al nivel de país
subdesarrollado de Cuba y a pesar de esto, intentaban avanzar en los
campos positivos, construyendo los cambios para mejorar los niveles
de vida que, comparándolos con otros de América Latina, pueden
considerarse, desde entonces, triunfadores para la historia patria.
La dictadura nunca podrá destacarse en el balompié, pero desbarataron el imperio regional del beisbol; aunque, es bueno decirlo, no le importa ninguna de las dos consecuencias, sino aplastar al ex deporte nacional, sacarlo de circulación como preferencia, a fin de cuentas, Castro ha usado al deporte como arma estratégica del culto a la personalidad que ha disfrutado durante más de medio siglo y al hermano, (foto con Blatter, Presidente de la F.I.F.A), jamás le ha interesado ninguno, por lo que, hoy, cualquier protesta es inefectiva por el destiempo, la clave de la solución del problema consitía en no dejarlo llegar.
El
balompié, financiado y dirigido por los hombres más corruptos
amorales y agresivos del espectro deportivo, con una cantidad mucho
más que generosa de jugadores iguales a sus jefes, es si no un
estimulante de los peores instintos del hombre; a fin de cuentas y
por esa razón, se corresponde mucho mejor con una sociedad que no
vale un medio mayoritariamente, como la que “forjó” la tiranía,
una sociedad de “hombres nuevos atípicos y sin identidad cultural
ni nacional”, mucho más corrupta y de baja auto estima que todos
los corruptos que dirigen el fútbol mundial.
¿No
lo querían? YA LO TIENEN, “A JODERSE O NO HABER NACIDO...”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario