domingo, 22 de diciembre de 2013

EL APORTE DEL "HOMBRE NUEVO" AL OFICIO MÁS VIEJO DEL MUNDO



(1-7-13-4:50PM)
Por Andrés Pascual

Hablando de jabón, durante mucho tiempo, tanto el de baño como el de lavar, lo hicieron ciertos presos comunes, quizás durante más de 10 años. Entre la picazón y la peste del producto, que poca gente se pudo explicar, se impuso la obligación de comprarlo “de la cuota de racionamiento”, porque no había otro.

Lo que pocos saben es que los presos que utilizaban eran de extrema confianza de la guarnición penal, especialmente, del DSE de la instalación.

No fueron hechos con grasa humana de los cuerpos de confinados judíos en campos de concentraciones, sino con excremento y orine, todo el que pudieran, de los presos de las cárceles en que se hacían.

Esos tipos que cometían la barbaridad estaban autorizados a hacer lo que quisieran sin represalia, porque formaban los pelotones que asesinarían al preso político “si sucedían cosas…”

Otro producto que también recibía el “preciado detrito corporal”, era el dulce que hacían en el Combinado, sobre todo, el que le vendían a los familiares los días de visitas ¿Cuándo denunciaron esa situación aquellos abnegados paladines contra las vejaciones en la prisión, que encabezó Boffill y, según creo, continúa por acá el auto-Quijote sin adarga ni caballo ni escudero conocido como Oscar Peña?

México se sumó tardíamente a la corriente del destape anticastrista, al exhibir Univisión materiales rodados dentro de Cuba en los que prostitutas, comentan cómo hacen para que sus “parejas de interés” los saquen del país. La vanguardia, los pioneros en denunciarlo (o comerciarlo, como quiera verlo) fueron Tele 5 y TVE.

El “oficio más viejo del mundo”, sin embargo, el único país que lo ha mejorado técnicamente en la era moderna es Kuba, porque han ido apareciendo formas de uso que solo allá se emplean.


En Costa Rica, Argentina, Brasil…cualquier prostituta vende su mercancía por dinero, por lo general no son gente culta y mayormente pobres, quizás muy pobres. Aunque voy a decir que “en Cuba son profesionales”, no estoy ratificando que sean ni lo preparados ni lo cultos que exige un título universitario decente.

Durante los 70’s fue común que un hijo “de mamá o de papá” tuviera acceso a una escuela especial pre-universitaria, después que “el municipio, la regional y la provincia” le traspasaban las notas sobresalientes de quienes no tenían representación partidista en la familia, pero eran estudiantes brillantes que, además, salvo pocos, nunca llegarían a ese tipo de instalaciones en que no enseñaban más ni mejor, pero tenía piscina, comida aceptable y algún otro tipo de privilegio.

La Lenin y sus similares provinciales fueron así; durante los 60´s, el Raúl Cepero Bonilla era mejor que el Carlos Marx por lo mismo.

También durante los 70’s cualquier jovencita, incluso en nivel universitario, utilizaba el sexo para que un profesor “le pasara” la prueba del año: en 1978 hubo un fraude sonado en la Escuela de Medicina, no recuerdo si involucró a alumnos de 2do o de 3er nivel y fue empleando un favor sexual.

Como siempre, la tiranía culpó a la CÍA, porque fue el año del Festival de la Juventud y nadie sino el mayor enemigo de la juventud mundial, podía obstaculizar la fiesta proselitista de los felices jóvenes que trataban de emprender un rumbo diferente, (el tiempo demostró que era verdad: pusieron proa al norte).

Aquel acontecimiento costó expulsados, castigados a trabajo forzado en Oriente, pero no detuvo la espiral de la prostitución en las aulas de enseñanza media y superior, que ha continuado preparando tanto a chicos como a chicas para un mundo que solo ha requerido que abran sus piernas las niñas, o que se bajen los pantalones los varones.

La juventud nacida y criada bajo “la protectora y paternal ala del buitre castro-comunista”, le ha hecho aportes sustanciales a la prostitución moderna: el tirano que desgobierna tuvo la desfachatez y la inmoralidad de llamarlas “prostitutas cultas”, como durante aquel discurso por los acontecimientos del Mariel en que se refirió a quienes, estando presos no querían irse,  como “lumpens patriotas”.

Una prostituta por dinero para comer, según los cánones tradicionales de países del 3er mundo y hasta del 1ero, más o menos; pero, para lucir un par de zapatos en una discoteca o para convencer a la pareja “extranjera” que la esclavizará en Italia, perdón, pero no creo que abunde mucho en otros lados, además, con título universitario…

Y eso es el material que Univisión tenía en el disparador y todavía no sé cómo se arriesgó esa emisora, tan antiamericana y pro-fidelista.

Pero lo que más me preocupa es que, en poder de la televisión europea y ahora americana ese material que muestra la corrupción individual en Cuba, jamás la televisión pública americana se lo haya mostrado a un pueblo (el pueblo de aquí), que cree que allá todo el mundo vive cantando, bebiendo y bailando.

Peor aún, ¿Cómo los gobiernos americanos no han sido advertidos para que el Congreso y el Senado observen de cerca el vicio y la lacra del pueblo por el que han apoyado “los intercambios y el encuentro pueblo a pueblo”?


¿Qué significa política por la libertad de Cuba?, ¿Acaso seguir hablando basura y establecer con el enemigo del empeño, cada día más lejos y por lo que se les elije a altos puestos legislativos, acuerdos de mutuo beneficio?

“Nuestros representantes” en Washington han tardado más que Univisión para promover ese material en que se explica fehacientemente la asfixia del individuo en Cuba, al extremo de que puede ser considerado el kubanoide como el único que le haya aportado cosas nuevas (ingenieras, dentistas, médicos, maestros…) al OFICIO MÁS VIEJO DEL MUNDO.

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