Por Andrés Pascual
Oposición, disidencia, callo pisa’o, quedaditos, enviaditos… todo es lo mismo, porque, pese a que nadie sabe quiénes son realmente, por la confluencia de factores algo se adivina.
A la oposición a Yoani Sánchez la están acorralando como hacen siempre que se le quita la careta a alguna persona o a algún propósito con el que no existe ninguna obligación ni humana ni, mucho menos divina, de aceptarla gratis por mil y un factores, nada agradables y menos aceptables para un exiliado o, al revés, de “patria o mata’o para todos los del otro saco”.
¿Cuál es la variante castro-comunista que emplean los opositores y su espadones, nunca autoproclamados anticastristas y por algo será, para anular al exilio; es decir, para desvirtuar la verticalidad anticastrista de más de medio siglo de luchas y sufrimientos como no conocen estos liliputienses de dólares y medio mundo mediático que los siguen como los ratones al flautista del cuento famoso?
La libertad de expresión, esa es la trampa que, si no fueran tan egotistas, deberían saber que hay mil formas de contradecirlo, porque nadie que escriba contra la actividad procastrista de Yoani Sánchez se está oponiendo a que hable ni a que la defiendan, sino demostrando su inconformidad con lo que dicen, sin embargo, quien trate de obligar a que se acepte el discurso contaminado de esta “señora” calladamente, sí está creando las bases del asalto a la libertad de expresión universal de la peor manera posible: ESTO ES LO QUE HACEN EN LA CUBA CASTRISTA, POR AHÍ SE EMPIEZA Y NO AL REVÉS, COMO QUIEREN HACER VER, porque allá no hay posibilidad ni derecho a la réplica, a la riposta crítica y por ahí le entra el agua al coco y es lo primero que no advierten cuando hablan toda esa basura disfuncional y evidentemente divisionista estos mesías, que no han sacrificado nada ni sufrido muchas veces, pero quieren apoderarse de la vanguardia anticastrista para vacilar el protagonismo “en metálico”, a nombre de la dictadura y empleando sus recursos
En estos días se ha utilizado con vehemencia una declaración en defensa de Yoani de Paquito D’Rivera, como si este individuo decidiera cúando, cómo y el por qué de nuestra lucha, por favor, el saxofonista ha desafinado varias veces e intentado arreglar rápido la partitura cuando le han chiflado fuerte desde la “guanajera”, con esta van por lo menos 4 meteduras de pata inaceptables para quien sea honesto y de principios.
A Yoani hay que criticarla, porque su discurso es el mismo de la tiranía en cuanto a las reclamaciones que hacen y que, se supone, son los “escollos” que se interponen entre Cuba y Estados Unidos para arreglar “el potaje”, no hay otros.
Como que a los americanos no les interesan cosas tales “represión y esas boberías” cuando de los Castro se trata, a la “hora de los mameyes” (suspensión del embargo, restablecimiento de relaciones) pasarán por alto esta nimiedades, que contemplan como solucionadas con una “buena declaración de condena de un chupatintas del State Dept”, ineficaz e insuficiente para caso tan grave con metástasis. Además, en el feudo son muy pocos los que están siendo reprimidos desde los últimos 20 años.
La gente como Manuel Castro (ataca, ofende veladamente y trata de desacreditar a Zoe Valdés desde Cuba Nuestra) y cualquier otro que se moleste por lo que se diga contra Yoani, comparten la posición castro-obamista de relaciones “por encima y a pesar de”, en lo absoluto les interesa sanear de infecciones el país y su indolencia ante la historia es absoluta.
Este tipo de gente como el personaje del título, como Paquito, como Montaner, como Saladrigas… que no explican quiénes y por qué son los patrocinadores de la bloguera, son más peligrosos para la libertad de Cuba que el petróleo de Venezuela, porque tratan de envenenar al patriota.
A fin de cuentas, es mentira, como dicen, que “el mundo mire hacia Cuba por el tour de Yoani”, sencillamente, la filóloga es una embajadora de lo que buscan tanto la tiranía como el califa de la casi blanca con respecto a muy pronto, que es lo importante dentro de todo lo que pretende explicar como “malo” del sistema; por lo demás, archiconocido por un mundo al que nunca le interesó, por la condición antiamericana universal, nada que afecte a la tiranía a antillana, que hoy, por lo mismo, tampoco pudiera interesarse, aunque el discursito pro relaciones de la “niña” quizás haga diana en la izquierda demócrata y comunista de acá, parte reaccionaria del único mundo del que se puede hablar con autoridad: ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.
Lamentable para casos tan delicados como este, la incomprensión a veces y el oportunismo otras, que genera y corrompe a elementos a los que, según parece, apenas les interesa la verticalidad radical, gente como Manuel Castro, Paquito y, ¡válgame Dios!, de un tiempo a esta parte hasta Frank Calzón, dan la impresión de que se cansaron de luchar (algunos nunca han empezado o lo han hecho muy tarde), porque 54 años son muchos y nadie sabe cuántos nos quedan… Con esta razón quizás se expliquen cosas que van desde inapetencia o apatía a indolencia y traición.
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