Por Andrés Pascual
Hay un retén de perjudicados (para todo existe allá) que no pueden recibir “el pasaporte”, un documento que debería ser parte de la decisión soberana de cualquier cubano a tenerlo si le diera la gana.
Un médico, un ingeniero, un pelotero… no pueden adquirir ese producto “normado”, hoy más atado a reglas de desabastecimiento irregular que la carne de res, porque se convertirían en “muy peligrosos” si logran colarse en el aeropuerto y caer de fly en cualquier lugar donde “la mano temblorosa”, (película de Peter Lorre que le gustaba muchísimo a mi amigo Puppy Millán), no pueda alcanzarle el cuello, ¡Figúrate, un desertor al que se le abasteció de todo, conocimientos y título incluido gratuitamente, que te la deje en la mano! ¡No, qué va!
Resulta que un profesional o un atleta son peligrosos, incluso un artista de cualquier manifestación, sin embargo, a la figura que venden como suma y reflejo del peligro para el castrismo, que le montaron un compás de espera superior a los días de coma irreversible de Chávez por Maduro y “Jau jau” por el “impasse” de si le entregaban o no el pasaporte, se lo dieron y comienza en Brasil sus 80 días de vacilón “bien merecido”. Yoani acumuló vacaciones y días de enfermedad.
Estoy seguro de que muchos “se enfadaron con Raúl”, porque, posiblemente, en algunos lugares comprometidos con la bloguera (casi nadie dice filóloga ya), el negocio era seguir acusando a la tiranía por “no dejarla viajar”, en buen español: ¡QUERÍAN QUE LA DESAUTORIZARAN!, que el juego por acá era ese, pero no contaron con que esa gente no está allí para entregarle “municiones al enemigo”.
Cualquiera podría suponer: “cómo sabe ese elemento, jodieron a medio mundo, porque, mira, la soltaron”, pero no, esta salidita de Yoani representa la continuación del juego con ella como peón voluntario, a fin de cuentas, la señora funciona como el Edificio 1 del Cbdo del Este para ciertas visitas, la un grupo de abogados negros “progresistas” en 1985 viene al caso: UNA VITRINA.
Nadie puede suponer que la libertad de todo tipo esté coartada 100 % en Cuba observando el affaire Yoani: cuentapropista mediática exitosa, no la tocan ni con el pétalo de una rosa, tiene internet, carro nuevo, chofer, billetes, un periódico área dólar que la publica, un blog, libertad de movimientos y ahora vacaciones en el exterior. En todo caso, “habrá algunos que merecen lo que les hacen (progromos, prohibición de acceso a pasaportes…) porque son violentos, porque son feos, porque son gordos, o porque les sobran los cojones y son negros”. Así que, el mundo al carajo y ¡QUÉ VIVAN LAS REFORMAS!
A Sonia Garrós, que merece un movimiento solidario mundial, no por su pasaporte, si no por su libertad, quizás porque es gorda, negra y con el valor y los principios que Yoani no puede comprar a pesar de su dinero ni del que pueda “prestarle” la tiranía, le ha sucedido con esta farsa montada por la dictadura y la autorización a la señora de Macho Rico a vacacionar, lo que a otros varias veces antes: desviaron la atención del reclamo universal necesario para ella hacia el de esta farsante, que no tiene un ripio de credibilidad, que la han impuesto desde allá con la participación de otros por acá (incluyo a Europa) y que, se le ve en la cara, se está riendo de todo el que crea en ella con la satisfacción de quien sabe que está protegida del cuello a las zapatillas, que hasta una entrevista sin confrontar problemas en el aeropuerto le hicieron antes de partir.
Sonia (en la foto), por sus atributos morales no vende, para poder hacerlo tiene que ser una traidora, una plasta de mierda ciudadana como Yoani Sánchez.
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