miércoles, 18 de diciembre de 2013

¡QUÉ EL DIABLO LO TENGA EN UNA OLLA DE ACEITE HIRVIENDO...!



¡Qué el diablo lo tenga en una olla de aceite hirviendo...!


Por Andrés Pascual
Falleció Néstor Kirchner, ex presidente argentino y fuerza principal en la gestión trasbambalinas de su esposa Cristina.
Ni para Argentina ni para nadie que no perteneciera a la izquierda rancia, destructora y antiamericana era bueno; para mi no se hizo merecedor de la convalidación ante el Juicio Final, por ese miedo antiguo de que “!Dios te puede castigar!” de las famosas palabras dichas a veces con hipocresía meridiana: “El pobre, que el Señor lo acoja en su seno”.
Un militante del neocomunismo encubierto y a veces no tanto, que merodeó por cuanta letrina existe en el mundo: “socio” de Chávez, de Evo Morales, íntimo del tirano defecado y defecante; pero, en cuanto a la Dañera del Miedo de nueva ediciòn, oportunista y aprovechado sobre la base de la recepción de petróleo y otras ayudas "necesarias.
Resulta que este hombre que falleció hoy en su país a los 60 años, dicen que de un infarto cardíaco, se convirtió en un polichinela de Hugo Chávez al tener que apoyar cuanto capricho nacido en La Habana considerara bueno el grotesco bufón de los Castro.
Económicamente peor no le pudo ir a Argentina y la gestión de su presidenta ha estado asentada en desoír, reprimir y perseguir a cualquier grupo que opine diferente, para eso hasta habilitaron un capítulo que se creía superado allá: la mordaza a la libertad de prensa, como continuación de lo que pensó hacer el finado durante su monarquía pseudodemocrática en por lo menos dos momentos de su período. La presidencia de la viuda ha sido la continuación de la de Kirchner.
El Dr. Luis Conte Agüero, luchador anticomunista de probado historial desde Cuba dijo hoy, en la presentación de la noticia de la muerte del ex presidente argentino en su programa televisivo “Habla Conte Agüero”: “Yo no me alegro de la muerte de nadie…”
Está bien, esa es la postura de los hombres buenos y creyentes en Dios, con Fe divina en el desarrollo positivo de los acontecimientos por brutales que sean…
Pero yo no puedo esconder lo que siento, ni condonar posiciones altamente perniciosas digamos que para Cuba y para el resto de Hispanoamérica con ningún tipo de sentimiento que no sea el que creo que merece. Ni por urbanidad, ni por decencia aparente voy a dejar a mal recaudo mi verdadero punto de vista ante esa muerte: me alegro que se haya jodido; igual sentiría si le ocurriera hoy mismo a Castro, a Chávez, a Evo Morales, a Correa, a Ahmadinejad, a Daniel Ortega, a Kim y a cuanto hijo de su madre ande por el mundo organizando esta nueva y peligrosa cruzada contra la dignidad y la humanidad. ¡Que nunca pueda descansar en paz!
 

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