Por Andrés Pascual
Tomado de 3 Verdades, febrero del 2010
¡Qué bolero ranchera!: "Poco a poco me voy acercando a ti". La versión que disfruto y, a mi modo de ver, es más impresionante, la de Javier Solís…pero no es de música que voy a hablar, sino de de yerros que provocan el desastre generalizado cuando no se atiende a la experiencia ajena. En el juego de pelota, los errores cuestan carreras; en lo político, tiranías dictatoriales.
A principios de enero de 1962, me preparaba para ver mi programa preferido del lunes a las seis de la tarde: Sheena, Reina de la Selva, entonces apareció en la pequeña pantalla Cepero Brito (en la foto con micrófono y traje de miliciano en el juicio a la Brigada 2506), enfundado en "el glorioso uniforme de miliciano de ninguna batalla ni gloria" del 100 % de los elementos cucarachas que se inscribieron en tan combativo y militante órgano de apoyo al Ejercito de Castro, como la FMC, la AJR (Asociación de Jóvenes Rebeldes, cambiada a UJC y a divisiones juveniles de la Seguridad como la BEJAE, la UES, incluso la FEU castrista) y el CDR lo son del G-2 aún.
El tipo dijo, más o menos: "Desde hoy, la programación juvenil, enlatado con que el imperialismo ha inoculado su veneno diversionista histórico en nuestra niñez y en nuestra juventud, cambia a otra acorde con los principios de la Robolución, de Fidel y de todo el pueblo. Los principios revolucionarios exigen otra intención en la formación de nuestra grey infantil…" chirrín, chirrán.
Y la CMQ robada inició el adoctrinamiento infantil y juvenil con el primer capítulo del Viejo Jotavich, hecho en Rusia, con argumento ruso y artistas rusos; nunca más volví a sentarme ante el televisor para dispararme algo de aquel bombardeo que ha causado más daño en Cuba que el de los japoneses sobre Pearl Harbor, porque se constituyó en una agresión criminal, con objetivo en lo moral y en lo material, de la infancia y la adolescencia del país, causante directa de la deprimente población heredera de aquella medida, más todo lo otro.
Los comics o historietas de muñequitos fueron recogidos esa propia semana de los estanquillos que los vendían y todos los lugares que ocupaban sus ejemplares fueron cubiertos por un desagradable "Supertiñosa", de crítica a los americanos y a los cubanos que se alzaban y luchaban contra el tirano en las montañas o en las guerrillas urbanas.
Recuerdo bien dos series inigualables para relacionar a los niños y jóvenes con la historia y la cultura universales: Grandes Epopeyas y Vidas Ilustres, en las que se contaban las vidas de Martí, Varela, Alejandro, Ignacio de Loyola, Juana de Arco, Pocahontas, San Martín, Juárez, Washington, Franklin…o la Ilíada, la Odisea, el Gigante de Maratón, las Termópilas, la Epopeya de Gilgamesh, la Canción de Roldán o los acontecimientos en el Alamo.
Nunca la tiranía, experimento brutal de sumisión y muerte desde la cuna hasta la tumba, ha osado publicar ni esas vidas ni esa épica dirigidas a los más jóvenes, porque niños y jóvenes, como los adultos, también son material gastable para alcanzar sus diabólicos objetivos; por lo que identificarlos con las vidas y los acontecimientos que resultaron positivos para la humanidad, es incompatible con la doctrina antítesis del evangelio benefactor.
A mediados de los 60′s Blas Roca, estalinista presente en el "Partido de Fabio Grobart" que logró sobrevivir al período de la guillotina ORI-MICROFRACCION, que logró incluso la membresía en el Buró Político del fidelista por guataca, cobarde y tan antiamericano y antipopular como el tirano, haciendo gala de su condición de apologeta del comunismo, escribió para Bohemia un "análisis apropiado de la peligrosa industria de la penetración imperialista en niños y jóvenes…", en el que consideraba lo malicioso y rechazable del recurso de la historieta y de las películas americanas con héroes o tipos de los muñequitos; porque, entre otros aspectos, "un ratón es bueno y un gato malo", con afectación, según aquella rata, de la higiene y la sanidad; o porque "el gato con botas era un consumado arribista u oportunista…". Y yo me pregunto la razón por la que, entre tanta bellaquería verdaderamente peligrosa para la salud nacional; ahora que, según dicen, "están luchando contra el burocratismo y las conductas fantasmales históricas que han frenado el proceso de desarrollo del socialismo", nadie desempolva aquel "material de estudio" para verificar cuántos oportunistas, a través de 50 años, incluído el propio ex zapatero, han alcanzado fama y fortuna impropiamente por delatar o agredir a personas honestas, desarmadas y patriotas; por hacer bulla, esgrimir pancartas o levantar brazos aprobatorios para todo que son, nadie lo dude, ejemplos del verdadero arribismo político y sin ayuda del comic o historieta de muñequitos. De la salubridad nacional, de la higiene, mejor ni hablar.
Entre el exilio cubano y la comunidad de venezolanos en el sur de la Florida media un abismo de diferencias y algunas coincidencias con elementos de la comunidad económica castrista: como la de Fidel, regresan a Venezuela cada vez que quieren; muchos proceden del oficialismo chavista y se apropian de cuanto medio haya en la radiodifusión y la prensa de la ciudad; le son muy interesantes incluso a cubanos como Pérez Roura o los de la 11:40, que les han habilitado espacios y salarios que deberían tener exiliados nuestros (aunque la influencia de Univision tal vez pese algo); son estrellas del talk-show televisivo prime-time de Oscar Haza… Ninguno tiene familiares fusilados a 12 años de que eligieron a Chávez como presidente ni patriotas plantados en calzoncillos en prisión con 20, 25 ó 30 de sanción ni con 10 cumplidos porque se alzó o conspiró en la guerra urbana organizadamente.
Entre Chávez y Obama existen relaciones de todo tipo y el orangután moribundo tiene una posta diplomática en Miami, donde votan sus paisanos en cuanta elección existe.
Aunque le queda poco a ambos deportes, disfrutan del beisbol y el boxeo profesional; ven las grandes ligas y las grandes peleas locales o internacionales por televisión y las series de HBO o de Showtime; pueden comprar autos, Rolex o jeans italianos todavía…y viajan como turistas a Miami. ¿En que se parece esta Venezuela de 12 años al feudo castrista de 50? Sinceramente, a mi modo de ver, en nada. Todavía esa gente no conoce el comunismo represivo y no sé si alguna vez será posible.
Pero, para animarme y no ser tan pesimista en cuanto a lo que les espera a través de "la laguna de felicidad que tienen por delante", el Caronte a cargo de esa chalupa ya hizo unas declaraciones que sí son peligrosas; porque significan adoctrinamiento de la niñez y la juventud; según el tipango, "hay que eliminar cualquier vestigio de influencia del superhéroe americano del espectro venezolano…"
Si, como parece, el aprendiz de brujo gana el año próximo, el bolero ranchera de José Alfredo se puede hacer realidad con respecto a la aproximación, que sería simbiosis, con el castro-comunismo. Y hay detallitos que ni se imaginan allá. Eso, sin el Ajuste de Castro.
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