EL ESPÍRITU PROGROMISTA DE LA TIRANÍA CASTROCOMUNISTA
Por Andrés Pascual
El origen de la palabra es ruso (tenía que ser); aunque se utilizó durante el período de los 20's (como mítines juveniles contra propiedades hebreas) azuzados por la dirigencia nazi y establecidos como arma para atemorizar durante las charlas de sobremesa entre el propio Hitler y su "vanguardia joven", fue durante la década siguiente, un par de años previos a la 2da Guerra Mundial y durante el conflicto, que se desarrollaron en toda su magnitud asoladora y criminal.
En 1621 hubo un progromo famoso en Francfort contra los judíos, si bien es casi aceptado por todo el mundo que ha sido una actividad básicamente antisemita, no solo los hebreos los han sufrido, porque, a fin de cuentas, progromo significa "disturbio o ataque contra una población o una etnia".
En Occidente los jerarcas del progromo son los castrocomunistas, los ejecutan desde 1959 y han variado en la forma, pero no en el fondo: siempre contra la oposición. En los países fundamentalistas son armas para ejecutar en el nombre de Alá.
Únicamente una sociedad desarrollada enferma, como la alemana, pudo incitarse políticamente para que destruyera la propiedad ajena por instigación ante conceptos raciales de superioridad.
Únicamente una población mixta racialmente, con el 90 % de negros y mestizos en su compòsición, acomplejados, delincuentes y sin principios, llena de odio revanchista contra lo que representa lo contrario políticamente de lo que le ha dado la fuerza moral, repleta de envidia, de bajas pasiones y de miedo, se complota contra los ciudadanos más indefensos de América para aplastartos abusivamente sin misericordia.
El progromo castrista abarcó a homosexuales, "vagos"... pero realmente fueron agredidos porque eran considerados anticastristas, desafectos o gusanos en potencia, entonces también se hizo contra creyentes practicantes de cualquier edad.
La influencia y la orden directa siempre corrió a cargo de la Bestia-Tirano ayer, como hoy va de la mano de su sucesor.
Sin medias tintas, delante de las cámaras que fotografiarán y filmarán el vandálico salvajismo que le dará la vuelta al mundo, una y otra vez lo repite esa tiranía porque sabe que, a ese mundo, por su abierta militancia antiamericana, no le interesa en lo absoluto el problema criminal contra el pueblo cubano.
Tanto es así que en Washington, en Brasil o en España no han creído lo que han visto tan bien en videos y fotos, incluso congresistas y senadores cubanos y americanos necesitaron de la cantaleta de una embajadora castrista para que, a su manera temblequeante y novelada, les ayude a creer y a establecer sus opiniones al respecto ¡Qué bochorno!
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