Posted by: Andrés Pascual
Confieso que mi único interés en cuanto a información es en idioma inglés, a través de la programación de FOX: la pelota y el boxeo, deportes que estoy obligado a seguir por cuestión de oficio, en inglés; las películas, en inglés; los shows, en inglés menos los de BET; sin embargo, las series españolas las sigo tanto por Antena 3 como por TVE 1 y las creo interesantes. Ni jugando me disparo un minuto ni de Univisión ni de America Te Ve ni, Dios me libre, MEGA TV ni de Telemundo, menos ahora que trasladaron a ese canal el cuartel general de la Raza y del “alma nacional mexicana” con la contratación de la tapatía Cristina Sarralegui, que va a inaugurar programa, según leí, con “su gente” como Joan Sebastián y otros “del patio”, pero mexicano, más Jan Carlos Canela para “dar la impresión de que…”
En realidad, público es lo contrario de privado, lo que es igual a, en buen español, “limosnero contra millonario”: maratones de duración infinita buscando un par de pesos para mantenerse; llorándole a cuanto político exista para que preste su cara en un “comercial” de súplica ridícula para que no desaparezca este o aquel bloque de programación, todo eso y más, contra la información del grupo Televisa de Univisión, cuando da a conocer en un coctel-rueda de prensa en una mansión fastuosa de Miami Beach o de Acapulco, los millones que costó una novela que es un insulto a la decencia y a la inteligencia, además de erigirse en culto a la norma impuesta entre “sus hermanos de idioma” de cómo puede venderse un producto malo, ridículo y mal actuado por artistas que solo tienen una cara y un cuerpo hecho en salones de cirugía plástica y ni hablar el idioma correctamente saben.
Dice la prensa española que RTEV, el poderoso circuito de radio y televisión público de allá, está en peligro y que es necesario un “ponte de cuerdo” entre el PP y el PSOE para que no pierda su carácter “independiente” en la información. Tal vez esta radioemisora sea una de las pocas del mundo no comerciales de verdadero poder de influencia en su pueblo.
La cuestión es que algunos ven poco posible que Mariano Rajoy, líder del Partido Popular y posible próximo sustituto de Zapatero (al fin Dios mío, verdad que “aprietas pero no asfixias”) sea incapaz de llegar a ningún acuerdo que aleje a su partido de la influencia (léase control) en la radio-televisora. Aunque no es este el caso de RTVE, los supuestos negocios públicos de la información, como en Miami y en todos los Estados Unidos, pueden serlo para pedir dinero tanto como para albergar a grupos de liberales que, de una u otra forma, se convierten en sus líderes y, aunque permiten que programas de corte conservador o políticamente alternativos salgan al aire bajo el panfletario “esto es una democracia con práctica de la libertad de expresión”, su abrazo con la tendencia cercana al socialismo es más seguro y evidente que saber que el sol sale por el oriente y se pone por occidente.
En 1977 Bárbara Walters, entonces “superstar” de ABC, entrevistó al tirano en su guarida de La Habana; esta periodista no ha jugado al conservador ni soñando, sin embargo, por circunstancias de compromiso con un público diverso políticamente y con el medio millón de dólares casi de su contrato en aquel momento (después firmó por un millón), incomodó al dictador de tal forma que se pudo leer en su cara y en su gesto las ganas que tenía de matarla de un tiro, o de abofetearla. Castro se sintió impotente y la “Reina de The View” lo desarmó.
Sin embargo, no era costumbre de la televisión privada entrevistar a la hiena de Birán y creo que aquella vez se debió a la influencia y al dinero de gente como Bernardo Benes y Jimmy Carter, que buscaban que fuera el propio criminal quien hiciera referencia a la posibilidad de apertura de los viajes e intercambios por los que tanto hicieron no solo el presidente y el banquero-sabandija, sino otros individuos y grupos de poder en Estados Unidos, México, Venezuela y España. Así como del capítulo que han pretendido mostrar como justificación de aquellas conversaciones que iniciaron la perforación del exilio: el indulto arreglado de 3,000 presos políticos en 1979, que comenzó un mes después de aquella entrevista con un plan de excarcelación conocido como Guareao o Progresivo. Aquella interviú fue la célula originaria de la Comunidad Cubana en el Exterior, que hizo posible, 30 años después, que Castro tenga prácticamente el control de Miami, que Pablo Milanés y los Van Van actúen en esta ciudad y de que el nivel de influencia de Ortega, Chávez y Correa se haya elevado en niveles preocupantes para sus comunidades opositoras. Como que la televisión pública no tiene rating, pues era inservible para desarrollar el proyecto de aquella entrevista de hace 34 años; además, a este tipo de programación casi de limosna, Castro la mangoneó como quiso y les dirigió y evadió sus preguntas con las respuestas que le dio la gana, muchas veces, hasta se quedaron sin respuestas.
Casi siempre, por aquello de estar al lado “del proletariado”, por ser su voz a la manera hipócrita y traidora que acostumbran; por su filiación, si no de carné por lo menos de corazón solapadamente, una gran parte de la empleomanía ante las cámaras y micrófonos de la televisión y el radio público es rosada tirando a rojo o, por lo menos, demócrata de voto o simpatizantes, que es lo mismo.
Yo tengo una experiencia con respecto al caso: hace alrededor de 15 años que PBS, el mas conocido circuito público de Estados Unidos, hizo un documental sobre la pelota cubana, querían opiniones favorables, especie de presentación autorizada en sociedad desde aquí del beisbol de allá (lo que encubrieron), por los jugadores considerables en rango de gloriosos no hechos por la Robolución; por lo tanto, de quienes “no tenían que agradecerle al comandante lo que eran en el juego”; sin embargo, el objetivo real era poner a Jackie Hernández, a José Valdivieso, a Borrego Avarez…a decir ante cámaras y micrófonos para la parte manipulable del pueblo americano e hispano, (esa que no paga cable y se le puede convocar a una protesta con una promesa), que los peloteros del castrismo, a los que ni habían visto jugar nunca, eran iguales o superiores a ellos. El material se editó bilingüe.
Pero nos citaron al ex catcher de grandes ligas Enrique Izquierdo, al ex pitcher amateur reprimido por José Llanuusa en nombre de la tiranía, Pedro “Pico” Prado y a mi, a un terreno de la American High School de Miami Lakes, la mañana de un domingo de 1996…
Nada de lo que se habló allí era favorable ni al castrismo ni a su beisbol: el hostigamiento a los profesionales en el período 1959-61; los arreglos de juego particulares o por parte del régimen cuando querían que un campeonato cayera en una provincia que celebraría ese año el 26 de julio, el 1ero de mayo; la bebida, la droga…
El resultado fue que “Donde la yerba es más verde” prescindió de las entrevistas que nos hicieron a Enrique, a Pico y a mí, ¿Por qué razón? Sin margen a dudas, porque, en ese canal, las simpatías por el partido demócrata y por la tiranía las demuestran; aunque, por lo general, como en el caso nuestro, nadie sepa qué ocurrió “detrás de las cámaras” aquel domingo, porque tampoco lo refieren ni como crítica nunca.
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