domingo, 15 de diciembre de 2013

LA GUARDARRAYA Y OTROS CUENTOS




Por Andrés Pascual
De errores de apreciación "humana" están llenos los anales de la lucha por la independencia de Cuba, pero ni tantos ni tan catastróficos como durante los 54 años de enfrentamientos contra el castrocomunismo, porque la participación ideologica a favor de la tiranía dictatorial, aliada a las fuerzas comunistas imperantes en Estados Unidos, le han dado ventaja absoluta al desgobierno en los últimos 25 años, a los que nadie puede diferenciar como de enfrentamiento o entrega por la forma que han impuesto de pacifismo absoluto, que fortalece cada día más a los Castro y a sus aliados dentro de la Isla y fuera de esta.
Para la lucha que derrumbe al comunismo no hay apoyo de ningún tipo, para mantener a elementos voceros internacionales de los intereses Americanos, todo el oro posible: una bomba en un hotel extranjero en La Habana, que mató a un italiano pervertido y delincuente, gozador de placeres ofrecidos por la tiranía a través del abuso sexual de menores, es un crimen, mientras, 200 en Siria, que matan a barrios enteros, es un hecho de apoyo transcendental y heroico contra una dictadura.
En escoger al "hermano en la lucha" ha habido tantas imprecisiones que el 45 % de las veces, tal vez más, se seleccionó al Caballo de Troya: los hubo dentro de la insurrección urbana de principios de la lucha, 1959-1965 y en el sector rural, alzados.
Después, cuando la acción que llaman violenta para desacreditarla a través de un nombre que infunde temor casi desapareció, la nomenklatura inventó la versión cubana de los grupos de defensa de los derechos humanos, un buen bingo, porque la definición desechó palabras como libertad, soberanía, anticomunismo... del léxico oficial de los "luchadores" y los puso a tono con Europa, que fueron pacifistas, pero salieron a la calle a morirse contra los tanques rusos como en Poznan o en Budapest.
Estos tiempos no son nuevos para Cuba, son los mismos, pero se cambiaron algunos aspectos del guión, sobre todo, por la influencia de la marea comunista que asola al mundo desde la caída del Muro de Berlín y del desmembramiento de la Unión Soviética y del Pacto de Varsovia.
La confusión fue tal que muchísimos pueblos creyeron la mentira de que se había derrotado al comunismo, cuando lo que sucedió fue que le multiplicaron los templos, la principal responsabilidad en imponer la peligrosa idea fue de los Americanos y nadie sabe si por efectos del regocijo inocente del vencedor equivocado, o por la mala idea de dejarlo vivo, porque, aparentemente, Estados Unidos no puede existir sin la confrontación y Cuba ha sido el único rehén, el único país cuya herida no pudo sanar como resultado de esa política innoble que, ratificando la huella Americana en las relaciones con supuestos aliados o amigos históricamente, ha resultado una vulgar traición, como con Viet Nam o con el Sha de Irán.
El factor política internacional, interventora en los asuntos internos del país, decidió todo contra el pueblo cubano, desde el triunfo de Castro en 1959, hasta la llamada consolidación del proceso después de los 60's.
La selección de un criminal que fuera capaz de cualquier cosa inescrupulosamente para llegar al poder y mantenerse, incluso empujarlo a sus relaciones dependientes con el comunismo internacional, se facturó en la Casa Blanca, tal vez desde antes de 1959 ¿Cuál ha sido la utilidad de la manipulación del sufrimiento del pueblo cubano para los intereses americanos? nadie lo sabe y todo cuanto se elucubra en pasillos de la academia popular es digerible como entretenimiento de charlas de sobremesa, pero no son las verdades detrás de la gran traición. Eso lo saben Castro y los Americanos que, por cierto, han guardado celosamente el secreto hasta hoy.
Ninguna mención de trasnochados con base en manuales de pensadores, incluso en relacionarlo con hechos de la historia universal, explica la razón del mantenimiento del castrismo en Cuba, ni el infantil "los Americanos le tenían miedo a su desarrollo" ni, mucho menos, crear un espejo de advertencia sobre lo que sucede cuando se abraza la doctrina comunista.
A despecho de lo que se cree, de lo que creímos desde los primeros días, el gobierno Americano tradicional y su poderoso fantasma de influencias, tiene a Cuba en primer orden de importancia, aunque perjudicial para el pueblo cubano: Cuba ha sido tan importante para los movimientos de la política Americana internacional como cualquier estado petrolero, lo que no se explicará nunca, a menos que un día lo decidan en Virginia, en la Casa Blanca o en cualquier lugar de reuniones del gran poder mundial.
La imposición del castrismo en el corazón del exilio es la estocada final contra la posibilidad de liberar absolutamente al pueblo cubano, contra la posibilidad de aplicar la justicia obligatoria y radical que suture millones de heridas abiertas. Para el objetivo de los Estados Unidos es, precisamente, lo contrario que debe aplicarse, por eso se evita cualquier relación ni ayuda con "lo Viejo" y se emplea el propio ejército castrista, camuflado en oposición disidente, comunidad económica o desertores, que asumieron el papel criminal cada vez que lo necesitó Castro y que, POR INSTINTO DE CONSERVACIÓN, ESTÁN A LAS ÓRDENES DEL COMUNISMO DE NUEVA EDICIÓN PRACTICADO EN ESTADOS UNIDOS para mantener la raíz castrista en Cuba con la ayuda de la fuerza reaccionaria interior del Partido y el MININT, aun después de muertos los perros viejos.
El castrismo ha sido afortunado, quizás como ratificación del dicho "los malos duermen bien", siempre ha tenido el apoyo internacional necesario, pero, en lo domestico, ha contado con legiones de oportunistas que supieron de los fusilamientos, de la salvaje prisión política, de la censura brutal como no hay desde hace 20 años, de los asesinatos en el mar a familias completas durante los 60's y los 70's, incluso de los acontecimientos del Mariel y se mantuvieron en sus puestos en defensa de la tiranía, después, cuando comenzó a sonar la contadora, se inició la toma de conciencia por nimiedades explicables solo a la luz del más repugnante interés personal, o ¿Sí? Una llegada tan tarde y sin ninguna justificación después de 30 años de presenciar, apoyar y hasta ejecutar crímenes, no crea dudas, sino justifica que nadie puede creerles su rectificación ni, mucho menos, confiar en ellos.
Hace muy poco se efectuaron desalojos en Cuba, en la ciudad y en el campo, hay una batida contra las reformas que ellos mismos implementaron, sin embargo, la muestra, la vitrina de la televisión castrista continúa proyectando el desalojo a guajiros de durante la república.
De esta nueva política nadie se ocupa en mayoría en Cuba, solo algún que otro detalle en la televisión controlada de Miami, sin comentarla como debe ser siempre, estableciendo los puntos de coincidencia entre un ayer que dijeron mejorarían en todo y un hoy trágico, bárbaro, que empeoró la marimba desde el bohío a la guardarraya.
 

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