OTROS PELIGROS MEDIÁTICOS CONTRA EL EXILIO: MANOLITO RAY “DISIDENTE”
Por Andrés Pascual
Sin firma, totalmente anónimo como presagio del cambio semántico, “MURIÓ EL DISIDENTE MANOLO RAY”, ¿Qué tipo de error puede ser el que se cometió aquí?
Manolo Ray (foto) apoyó a la 2506 por el grupo civil, es decir, fue un hombre de compromiso con la acción.
Sin embargo, al desprestigio que son la disidencia y la oposición pro-Castro de arriba abajo, cuestionadas como bandoleros del hálito nacional por 4 pesos, tal vez sus jefes les estén generando una nueva estocada contra el exilio, al emplear esos nombres inservibles y desvergonzados con los que ratifican al Fari, a Bertha y a la madre de los tomates como "luchadores que se la están jugando allá”, pero duermen todas las noches en sus casas…
Mire qué curioso, el Crítico, que no debe tener culpas de nada para estar preso, en la cárcel por “rapear” y Bertha, el Fari, Yoani y la comparsa turisteando a “todo dar”, conversando, comiendo, bebiendo y riendo con el “peor enemigo de la Revolución”, Jorge Mas y con el califa como tercera posición, “hastiado de tanta queja, pero ávido por el diezmo”.
Ninguno de los tres “disidentes u opositores”, ricos de factura mercenaria, enfrentan cargos, según el código penal castrista, por delitos mucho más graves que lo del cantante cuando regresan del viaje reconfortante para continuar la lucha, esperando la próxima invitación desde “el cubil del Imperialismo y la mafia contrarrevolucionaria” ¿Un pescozón? Esa es la forma de actuar de la policía en todas partes ¿Qué está pasando aquí?
Una sola respuesta: el Crítico es conocido en Cuba por el único sector que el castrismo no quiere en contra activamente, la juventud, mientras que todos esos disidentes son menos conocidos que un hombre que falleció hoy en Roma por una bala extraviada.
De hecho, todos esos impostores saben dónde dice peligro, por eso no ejecutan, con los discursos “elocuentes” de lo que quiere oír uno u otro de los dos bandos que los manejan, en esta ciudad, en Washington o desde las salas de sus casas, la obligatoria tarea proselitista con la juventud, por eso no promueven un festival paralelo de raperos, que sería un éxito contra la tiranía, pero peligroso porque no terminaría con el final pacífico y feliz que se busca, en que inviten a todos los que cantan este ritmo, incluso a los castristas para que se nieguen a asistir, porque el riesgo que les señalan en el DSE es “con los muchachos no te metas o te parto la madre”, y no lo hacen, porque se la parten de verdad, que esa gente todavía no conocen ese significado en medio de esta guerrita de mentiras que les han buscado Obama, una parte de aquí y otra de Europa para pagarles por el esfuerzo de jugar a “la vitrina” donde expone la mercancía “cambio” la dictadura.
Pero el Crítico sí es conocido en el ambiente peligroso para la tiranía, que históricamente ha desobedecido las imposiciones cuando se le organiza con orientaciones patrióticas de rebeldía en el terreno de los acontecimientos y con ejemplos personales de valor “jugándosela de verdad”.
No hay jóvenes entre esos impostores, no puede haberlos, porque a ningúno se le puede organizar con el discurso ghandista de comprensión y diálogo cuando hay tanto odio contenido.
Colocar a Manolo Ray como disidente puede ser una maniobra para comenzar un nuevo tratamiento que borre del libro patriótico la palabra exilio y dejar en su lugar la “disidencia”, con la que actualmente se separa una posición de la otra.
En breve, el cambio semántico pudiera estar utilizándose en Mambí, en el 41 o en Martí, porque, a fin de cuentas, “el exilio” que labora en esas instancias hace lo que sea para mantener su empleo como cualquier cubano, maestro, médico o estudiante en el feudo con mejor justificación, al que se le critica que lo haga allá con la cara más dura que el hormigón armado desde aquí.
Como van las cosas, hasta bañarse de mierda “disidente-opositora” con esa palabra sustituyendo la de exiliado o luchador es posible…
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