Por Andrés Pascual
¿Existe algún gobierno en el mundo, con intención de "cambiar" a tiranía dictatorial, que le haya dado más oportunidades a "su pueblo" para que lo quiten a las buenas que el chavismo-podridismo, a pesar del "fraude oficialista" con apoyo castrista?
¿Cómo es posible que, como dice el barriguismo exiliado venezolano en el 41, teniendo a favor "todo el pueblo" o la mayoría, el tipo que les da por donde usted se debe imaginar haga lo que le salga de la gandinga?
Eso sucedió y sucede en Cuba y yo sé bien el porqué: sencillamente, porque están con esa dictadura "democrática" mayoritariamente; ganadora en Venezuela de 20 batallas en las urnas que, como Castro cuando se robo la propiedad privada y se la prometió "al pueblo fervoroso", esta llegó más lejos en su bondad y humanismo y azuzó al populacho contra las tiendas para que se llevaran lo que quisieran. Ahí ganó Podrido la última pelea, posiblemente la definitiva... ¡Y todavía dicen que el hombre es bruto!
Contra esa política no se puede ganar, porque no hay discurso, mucho menos intención suicida, además, no tienen el poder ni para mentir como hace el "oidor del pajarito", porque no manejan la media.
¿Única forma de tumbarlos? cada vez que se vea a una vieja o a un viejo chavista en la calle darle un empujón a ver si patina y se cae, o en una cola, que ya tienen buenas.
Eso no es una edificación vertical que pueda caerse, es una epidemia horizontal, cuyo único antibiótico es la medicina preventiva: que no lleguen, porque, un segundo en el poder contaminará a todo el mundo por siempre jamás, al padre y a la descendencia.
Y sin valor ni voluntad para morirse alzados en la tremenda selva que tienen, poniendo bombas y petardos, faja'os a tiros con la fuerza castrense, figúrese...
De Michelle ha dicho el consorcio de la moda Americana que "es la primera dama más elegante jamás vista al lado de un presidente...", o "descubrió e impuso su moda desde una belleza exotica no convencional..."
Ahí pegue la foto para que disfruten el "jociko" de este orangután hembra, herida en lo más profundo de su amor propio por el flirteo de una bella y piola ministra danesa con su marido, 5to ó 6to hombre más poderoso del mundo que, por lo general, acostumbra a cagarse en los pantalones cuando hombres duros lo miran de frente e inquisidoramente.
Alvaro Torres está en Cuba, dice que para cumplir un viejo sueño: cantarle al que considera, exageración meridiana, "el pueblo más romantico del mundo".
La guataquería inoportuna desde el aeropuerto de Miami no hace entrada en el tugurio castrista, sin embargo, irán a verlo, a falta de oferta variada convertida en "otra alternativa" irán a verlo, yo no lo dudo, y por sus fans... sin embargo, nunca escuché que fuera plato fuerte entre los amantes de la música romántica allá como para complacer peticiones ni decentes.
Álvaro Torres es sino otro cantante envejecido que revive cuando le cuentan que es adorado en Cuba, una vez que ya no debe resistirlo ni su madre si vive, siempre sucede.
Por ejemplo, cuando Procol Harum llenó el malecón habanero de gente que ni sabían quiénes eran por la diferencia generacional, seguramente regresaron a 1968, cuando metían 300,000 mil hippies arrebatados por el LSD en Picadilly para disfrutar de WHITER SHADE OF PALE.
Lo mismo le ocurrió al ex contador del gangster John Gotti, Jay Black, que fue al malecón y puso a bailar THIS MAGIC MOMENT o CARA MIA a tantos desfasados como acostumbraba con the The Americans en Central Park hace más de 45 años, o unos viejos calvos australianos que alguna vez estuvieron en el tope BILLBOARD, Air Suply.
Se ha hecho rutina que muchos de estos músicos, salidos del retiro para cumplir contratos con PBS, unos; o que no quieren irse como Dios y sus maltratadas facultades exigen, vayan a una Habana que ni los recuerda, como las combinaciones DIABLOS-LOS PASOS-MUSTANGS, que evadieron la visita cuando estaban en forma, porque tenían que cantar gratis, platos rotos que pagaron los Bravos, los Angeles y los Mustangs en Varadero-70, para soñar con la gloria que perdieron y que, por ironía, no fue La Habana partícipe de ella en el momento oportuno.
A Torres, figura fija en los cuchitriles de quedaditos o enviaditos, clubes de mala muerte o restaurants tipo cafeterías sentados con shows a la cañona, lo deben haber recomendado y convencido para que fuera los representantes de la tiranía por acá, que manejan la inversion raulista o anillo del entretenimiento para "el Hombre Nuevo" de Miami, que le dejan caer 4 pesos, la comida y un trago los fines de semana que lo invitan a "soñar".
Alvaro Torres está en Cuba, dice que para cumplir un viejo sueño: cantarle al que considera, exageración meridiana, "el pueblo más romantico del mundo".
La guataquería inoportuna desde el aeropuerto de Miami no hace entrada en el tugurio castrista, sin embargo, irán a verlo, a falta de oferta variada convertida en "otra alternativa" irán a verlo, yo no lo dudo, y por sus fans... sin embargo, nunca escuché que fuera plato fuerte entre los amantes de la música romántica allá como para complacer peticiones ni decentes.
Álvaro Torres es sino otro cantante envejecido que revive cuando le cuentan que es adorado en Cuba, una vez que ya no debe resistirlo ni su madre si vive, siempre sucede.
Por ejemplo, cuando Procol Harum llenó el malecón habanero de gente que ni sabían quiénes eran por la diferencia generacional, seguramente regresaron a 1968, cuando metían 300,000 mil hippies arrebatados por el LSD en Picadilly para disfrutar de WHITER SHADE OF PALE.
Lo mismo le ocurrió al ex contador del gangster John Gotti, Jay Black, que fue al malecón y puso a bailar THIS MAGIC MOMENT o CARA MIA a tantos desfasados como acostumbraba con the The Americans en Central Park hace más de 45 años, o unos viejos calvos australianos que alguna vez estuvieron en el tope BILLBOARD, Air Suply.
Se ha hecho rutina que muchos de estos músicos, salidos del retiro para cumplir contratos con PBS, unos; o que no quieren irse como Dios y sus maltratadas facultades exigen, vayan a una Habana que ni los recuerda, como las combinaciones DIABLOS-LOS PASOS-MUSTANGS, que evadieron la visita cuando estaban en forma, porque tenían que cantar gratis, platos rotos que pagaron los Bravos, los Angeles y los Mustangs en Varadero-70, para soñar con la gloria que perdieron y que, por ironía, no fue La Habana partícipe de ella en el momento oportuno.
A Torres, figura fija en los cuchitriles de quedaditos o enviaditos, clubes de mala muerte o restaurants tipo cafeterías sentados con shows a la cañona, lo deben haber recomendado y convencido para que fuera los representantes de la tiranía por acá, que manejan la inversion raulista o anillo del entretenimiento para "el Hombre Nuevo" de Miami, que le dejan caer 4 pesos, la comida y un trago los fines de semana que lo invitan a "soñar".
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